¿Qué es un implante dental?
Una raíz artificial que funciona como la raíz del diente natural que se ha perdido.
Cuando faltan un diente y su raíz, la solución a largo plazo para que se mantenga la función natural es un implante dental y una corona cuya apariencia coincida con la del diente original.
Un implante dental es una pieza pequeña pero fuerte realizada con titanio biocompatible o cerámica. Se inserta con anestesia local en el hueso maxilar en el lugar de la raíz del diente que falta y actúa como soporte para el diente. La fase de cicatrización puede durar de 6 a 12 semanas dependiendo de la situación médica de cada paciente. Durante este periodo, el implante se acopla firmemente al hueso maxilar, un proceso denominado osteointegración. Una vez terminada la cicatrización, la raíz artificial actúa como base para la fijación de coronas, puentes de varios dientes o una prótesis dental completa.
La gran ventaja de los implantes es que evita tallar o mutilar dientes sanos para reponer ausencias dentarias. Por lo tanto podemos recuperar la función y la estética de una manera sencilla y predecible.
